domingo, 3 de septiembre de 2017

Soy fea





 
Siendo de un país donde se sobrevalora la belleza, cuanta mella puede hacer el hecho de “ser fea” 
Sí. Cuando te sentencian, te sentencia. “Eres fea. Qué fea. Ay tan bonita que era. Cabeza de bloque”.
Benditas etiquetas, benditas comparaciones. Son como balas que perforan el autoestima.
Me enfermé de ausencia de amor propio, y no me llevaron al médico. La enfermedad tampoco se dejó ver con facilidad. Pero estaba ahí, como la termita con la madera, filtrándose con sabia discreción.  
Debo reconocer que su trabajo, por lo mínimo, ha sido impecable. Deslastrase me ha tomado mucho tiempo y a veces tengo mis recaídas. Debo reconocerlo!
Bendito momento en que me dijeron: qué fea!  La primera vez tendría un poco más de 5-6 años. A partir de ahí todo cambió porque la frase se hizo eco, resonando en mi interior con astuta malevolencia.
En su momento no me preocupé por entender el concepto de belleza. Simplemente me creí que era fea y ya está. Era cómodo, y para que un pensamiento se haga realidad basta con creérselo.
Hoy por hoy entiendo que la belleza supone un camino hacia adentro aunque se materialice hacia afuera porque sí que es cierto que la belleza siendo tan etérea se hace tangible.
La belleza encierra un poco de misterio, pero se ve. Se ve como (o con) el resultado de perseguir nuestras agendas personales, lo cual pasa por prestarle especial atención a las necesidades del corazón.
Uno sabe lo que alimenta al corazón. Uno sabe cuáles son sus necesidades más verdaderas, y es algo que no se debería ignorar aunque el ego luche en su propia defensa. Es un tema que pasa por dar, por darse en esencia; por recibir, y permitírselo; por tener apertura y gratitud con la vida. Nada es en vano. No lo fue el hecho de haber sido etiquetada como “fea”, no lo será el trabajo de corregir y empoderarme de mis verdaderas cualidades.
En definitiva, he aprendido que no soy fea (aunque se dan cuenta que me ha costado, e inserto risas aquí). He aprendido que la belleza es poner en uso ese regalo divino que el universo nos dio. Y también he aprendido (y no quiero sonar arrogante) que si tú me ves fea es porque no hay otra cosa en tu interior y te sirvo de espej.
Muaja!

P.D: Dedicado a esas personas que en mi escolaridad y juventud me dijeron fea, cabeza de bloque, y alguna cosa más. Les cuento que de bloque tengo el espíritu y es inquebrantable. 
P.D2: Este vídeo me hizo click,

https://www.youtube.com/watch?v=h3wDJ0k2RAM

Merece la pena escucharlo

3 comentarios:

  1. Desi tu no eres fea vale!!!

    Todas las formas de bullyin hacen mella y lo peor es que pueden afectar psicológicamente a una persona.

    En este mundo de etiquetas no se debe escuchar la voz interior que te dice: que pensaran los demás de mí por estar vestido de una forma u otra, lo importante es ser original, ser feliz y amarse a uno mismo, sin importar que piensen los demás.

    Saludos

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  2. Jajaja cómo vas a ser fea. Todo lo contrario. Yo te entro como el agua al Titanic, jajajaja. Siempre tuve un crush contigo y eso no la distancia ni el tiempo lo cambia. Eres hermosa, por dentro y por fuera. Un beso enorme mi Desi!

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  3. Amiga querida! Me he identificado con tu blog. Me tomó casi 40 años de mi vida entender que la belleza ésta dentro de uno misma. Mi etiqueta de "fea" en mi caso vino de mi propia familia, lo cual fue aún más convincente. Pero sentir la nuestra belleza ineterna y mostrarsela al mundo, nos hace totalmente bellas. Te quiero mucho amiga. :)

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