Hay que purgar y reparar la mente |
Hace un mes me hicieron la miomectomia. Si bien fue una intervención médica
que involucró toda la parte baja del abdomen, el 99.9% del proceso pre y post
operatorio fue de la mente. Antes de continuar debo advertir que hablar de la
mente es muy complejo. Esto es solo un intento en función de mi experiencia. Y
es que la mente es tan persuasiva, que si uno se descuida corre el riesgo de
caer en sus redes de dolor; alimentadas por el miedo, el ego, la envidia, la
codicia, la sensación de escases y abandono, y esas otras cosas de baja
vibración.
No sé en qué punto de la vida nos enseñaron -disculpen si los quiero meter
a ustedes en este saco- que lo normal era sufrir. Sí, sufrir, aunque la palabra
haga ruido y tenga sabor a vinagre. Pero en el fondo sabemos que el apego, el
cansancio y las preocupaciones son familia del sufrimiento en su mínima
expresión. No sé si es que hubo o, de hecho, aún hay una malinterpretación de
algunas palabras espirituales y todos deberíamos ser condenados por pecadores y
este viaje por la tierra es solo parte del calvario. Creo que pecado sería no
pretender ser feliz, porque el hecho de serlo es ley universal.
Solo sé que hay una mente colectiva que envenena y contamina. Actúa como
tropa militar, juega a la viveza y desencadena los mismos patrones: no; pero;
no se puede; imposible; no hay; complicado; o como hace poco escuché, "la
vaina está jodida”. Y señores no se trata de tapar el sol con un dedo. Sé que
todos en algún momento atravesamos por situaciones adversas y profundamente
dolorosas. Se trata que los pensamientos se transforman en cosas, tangibles, y
que el paraíso no es un lugar al que uno va, tomando un avión. Es un espacio
que uno crea con pensamiento y acción.
De nada sirve pensar en positivo sino uno no actúa en positivo. Es en la
acción y en la no reacción donde florece ese paraíso, y solo purgando la mente es
que se puede reparar ese patrón. Que cómo se empieza? Con consciencia! Eligiendo
los pensamientos que uno quiere dejar entrar, liberando las cargas ajenas y
actuando positivamente.
Ese pasado viernes 01 de abril amanecí con miedo. Dos noches anteriores la
mente inconsciente había hecho de las suyas. Soñé que me pasaba lo que le ocurrió
al protagonista del film Awake, o Bajo Anestesia, o Despierto, o como se le
llame en su país. Esa película protagonizada por Jessica Alba en la que su
"novio" es intervenido a corazón abierto y aunque está bajo anestesia
siente el paso a paso de la cirugía.
Si bien los miedos gritan de una u otra manera en la cabeza, la sabiduría
susurra en el corazón. Y lo más sabio que he venido haciendo como hábito es
invocar la presencia divina y traer al ahora esos detalles que me producen
amor.
La voz de mis padres, el apoyo de mis hermanas, el olor de mi sobrina, las
llamadas de apoyo, y los mensajitos de texto fueron el antídoto antes de entrar
a quirófano. Y justo en ese instante en el que la epidural ya adormecía las
piernas y la anestesia general estaba a punto de hacer efecto, el click
fotográfico mental de mi divino y lo que más sueño en la vida me acompañó
incluso durante las dos horas de intervención. Estoy sanando!
P.D: si quieres compartir algo sobre tú experiencia y no deseas dejarlo en los comentarios, con gusto te leo a través de mi correo electrónico: angulod@gmail.com